lunes, 10 de octubre de 2011

Un puzzle.

Parece que ya empiezo a entender, ya sé explicar mi pasión por los puzzles. Ellos son como la vida misma. Que irónico, la vida es sólo un estúpido puzzle. Parece que todas las piezas pueden encajar en cualquier lugar, pero todas tienen su lugar exacto. A veces puedes encontrar esa pieza sin pensarlo, a la primera. Pero otras veces tienes que probar cientos de piezas y buscar muy bien entre ellas para encontrar la pieza que encaja. Porque, a veces cuando crees que has encontrado el sitio para esa pieza te das cuenta de que hay otra mejor, que es la ÚNICA pieza que encaja en ese lugar. Pero al fin y al cabo todas las piezas forman parte de tu vida porque por mucho que encajen mejor en otra parte de tu puzzle forman parte de él. Y como en un puzzle, da igual las piezas que tenga, todo se estropea con que sólo falte una de ellas.

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